martes, marzo 28, 2006
María Muro

María Muro
(1974)
Corriente de meandros con labios
sudor titilante
perlas rebosadas
rf
Pajaritos y Peces
1.
los giros se acarician entre cantos
se chocan distribuyen filas rondanen danzas taquicárdicas
descubren el jadeoa resalto
2.
niñas al sesgo del tacto
sonríen de miedo
su tibieza retrata
un dedo que toca
crucifixiones
recién abiertas
llagasde placer
súbito
3.
cuando se miran desviando
4.
tacto que al sesgo
reacciona en escarpados y túneles
abiertos
5.
jugoseando lo
palpable confuso y
desleído
6.voy dejando licores
para que me sigas
desnudando
las manos
caen
desarmando círculos
7.
no muerdo el tallo muerdo el brote
fruta que cae y deshace los dedos
hiende y dilata
el néctar
precipitado
8.
otra vez lenguas, babilonias
esparcidas se refriegan
tertulian con el mundo
rastros de damas, sus vestidos
encrespados
se pliegan en la otra
humedecida
la lengua
danza
un dios bajo la lluvia
9.
dejás la pupila al borde de la llama
equilibrio de arista
que hacia arriba
tuerce límites
10.
bajamos y un asomo
de desorden
dislocó las clausuras
11.
mirarnos
de pie entre jaulas, tocarnos
como un resorte de ánimas
descarriadas
mesuras
12.
el grito se esconde
barbárico repta
y asiente
al dulce espanto
13.
mareadas
el verde aclaraba una frontera
de perfumes, el cuerpo
circundó los vapores
de la fuga
14.
algo se abre y deja
absorber laberintos, son
aciertos que no se dicen
algo implosiona y derrumba lluvias
algo
no sé qué pero algo te vuelve
nebulosa
15.
convocada al ras
toco el metal y salto
la línea que franquea tu costado
abre el ojo
obrado
en tu nuca
16.
sentidos acoplados que rasgan
la premura de no saber. No saber
ser
más que líquidas
17.
juguemos a mordernos
los labios abiertos tajos
pulpas que se regocijan
y despiertan
una travesura embrionaria
para ondularnos
por recortadas licencias
18.
la piel se vuelve roja
esconde un coqueteo
ingenuo
ardor de filigranas
19.
pequeña membrana
que curva
mis extravíos
20.
resistimos apenas
desenredadas al filo
de la errancia, los apetitos
inexplorados reverberan
osadías
21.
buscamos rarezas, pausas
vencidas provocan
himalayas
palpo
tu locura perfecta casi simple
pulsa
mi pequeña luz esquinada
22.
cincelados espasmos
resucitan
dentelladas de brillo
en golpes húmedos
afónica se dilata
tu yugular táctil
23.
fue la noche que ocultó
mis distracciones
opíparas
reímos
24.
pajaritos o peces
distraen aleteos, ladeamos
un aire voluptuoso de lenguas
sobresaltadas confunden
burbujas con dedos
25.
humedad inquieta
caída libre
que da sentido al primate
rodeos y relieves
descomprimen temporales
*
Ondulada te abismo a la cueva que arde.
Dejame el lado siniestro de tus vueltas,
de las muecas que reverberan tu sátira de mirlo.
Dejame las argucias de las distancias puerta detrás.
Quería que caigas, nebulosa mía.
Un prolapso inguinal que te arrodille las ganas
Quería que deslices
la ablación de un gesto
como picardía de Calíope.
Ah mi musa excelsa!
Mi delicado mar entre jaguares!
No deslumbres las veredas con tanta gracia impuesta. No te sale.
No desparrames el dolo (lodo) de saberte muerta en mí.
No embriagues la trinchera de tu vientre acicalado.
No es domingo. No reptes.